"La canica azul". Fotografía tomada el 7 de diciembre de 1972 desde la nave espacial Apolo 17, a una distancia de 28.968 kilómetros. Los astronautas tenían el sol detrás, de ahí que el planeta aparezca iluminado y con la apariencia de una hermosísima canica de vidrio azul, entreverado de blanco y ocre.
La 15 ª Cumbre de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, celebrada entre los días 7 al 18 de diciembre de 2009 en Copenhague, ha resultado un auténtico fiasco.
En el acuerdo final, de carácter no vinculante, no se incluyen compromisos concretos y cuantificables de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero para los países industrializados, no existe garantía de que la financiación de los países del Norte a los del Sur sea adicional a los compromisos de Ayuda Oficial al Desarrollo y, en definitiva, deja el trabajo para más adelante. Dicho acuerdo se ha establecido entre unos pocos países, Estados Unidos, China, Brasil, India y Sudáfrica (y al que parece que la Unión Europea se ha sumado también al final). Teniendo en cuenta que en Copenhague estaban reunidos representantes de 193 Estados, podemos imaginar lo poco democrático de las negociaciones y lo escasamente representativo del acuerdo final. Los países más pobres no tuvieron prácticamente acceso a la negociación del acuerdo. En la práctica esta cumbre ha consagrado la división entre países ricos y pobres, entre débiles y poderosos y ha puesto de manifiesto que lo de “país” es una abstracción, porque los que se reunieron en la capital danesa fueron los representantes de sociedades en las que existen corporaciones industriales y entidades financieras con el objetivo de salvaguardar los intereses de los poderosos.
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1 comentarios:
¡Saludos!
Gracias por prestar atención a mi aviso.
Por su importancia, este aviso está subvencionado para que llegue a la persona adecuada.
Soy Ana María, de Tarragona, almirante jubilada, en cuidados intensivos por enfermedad.
Por esta enfermedad y por lo que revelan mis exámenes médicos, mi supervivencia es limitada.
Al no tener familia, mi padre eclesiástico y guía espiritual me recomienda dar mi herencia para obtener el favor divino por las actividades en las que me he involucrado durante mi carrera.
Para ello, deseo colocar a mi bichón Mila, que ha sido la alegría de mi vida durante los últimos años, con una familia, y una suma de 317.000 euros que, además de proporcionar los cuidados necesarios a Mila, se utilizará para ayudar a los niños pobres y a las personas sin hogar.
Para ayudarme a cumplir esta misión, me gustaría pedir a quien esté interesado que se ponga en contacto conmigo por correo electrónico para mantener una conversación franca y honesta.
Muchas gracias.
anamariajulio38@gmail.com
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